#9J MANIFIESTO ANTE LAS ELECCIONES EUROPEAS
El necesario progreso de la Unión Europea en la dirección de la igualdad entre mujeres y hombres está amenazado. La ofensiva de la alianza entre el patriarcado y el capitalismo neoliberal contra las mujeres es incuestionable, y se agrava. De igual manera que el desequilibrio en el seno de la UE marca la deriva de un evidente retroceso. A esta realidad se le suma la más que evidente amenaza por el posible ascenso de la extrema derecha, como ya ha sucedido en algunos países miembros.
El movimiento feminista ante estas elecciones ponemos el foco en una Europa abolicionista que dirija sus políticas al refuerzo de los derechos de las mujeres y la defensa y protección de sus intereses y libertades individuales fomentando su independencia económica de tal manera que puedan elegir su propio camino.
Si bien el 1 de octubre de 2023 entró en vigor en la Unión Europea el Convenio de Estambul, un instrumento jurídico que busca prevenir, perseguir y erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, siendo este un hecho positivo, es un avance que se queda corto en estos momentos. Inevitablemente la Unión Europea debe caminar hacia la derogación de todas las políticas y normas que de una u otra manera faciliten y consientan la mercantilización de las mujeres y sus cuerpos, así como tomar medidas para poner fin a todas las formas de violencia contra mujeres y niñas perpetuadas por el sistema patriarcal.
Ante esta situación, exigimos una armonización normativa europea de abolición de la prostitución. Igualmente, ante la aprobación en abril de la Directiva para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica exigimos más ambición en su contenido incluyendo la violencia debida a la explotación reproductiva de las mujeres, la violencia sexual, así como medidas contra el acoso sexual en el trabajo, la ciberviolencia, prohibir la esterilización forzosa de mujeres y niñas con discapacidad y que sea tipificado como delito la mutilación genital femenina y el matrimonio forzado.
Del mismo modo apelamos a la Comisión y al Parlamento Europeo a que incluyan el delito de explotación reproductiva de las mujeres en todas sus iniciativas legislativas como violencia contra las mujeres y como trata de seres humanos. Que no se límite a la condena de la explotación sexual y reproductiva cuando se produce por trata o coerción, ya que son términos laxos y ambiguos que no toman en cuenta el contexto diverso de las mujeres víctimas de dichas explotaciones. El eje de la condena será el ataque a la integridad y derecho a una vida digna de mujeres, niñas y menores, y no “el consentimiento” de la víctima.
En el ámbito laboral la desigual situación de las mujeres en el mercado laboral de la Unión Europea produce anualmente pérdidas económicas por valor de 370.000 millones de euros debido al peor índice de empleo de las mujeres y a que ocupan los empleos de peor calidad. Existe, por otro lado, un alto número de mujeres que deben optan por la “inactividad laboral” para dedicarse a cuidar a familiares, lo que supone que las mujeres se vean relegadas a funciones de cuidado no remuneradas o mal remuneradas y no reconocidas. Por todo ello resulta una brecha en las pensiones en la UE del 30%, de media. La transición ecológica, la digital, la reforma de las políticas agrarias deben ser enfocadas hacia la eliminación de la desigualdad laboral entre sexos en Europa.
Debemos ser conscientes de que estas elecciones son de vital importancia porque está en juego si Europa apoya a las trabajadoras, trabajadores y sus comunidades en todo el continente, o si volverá a la austeridad y los recortes con sus ataques a la clase trabajadora.
En el contexto político europeo consideramos prioritario frenar la expansión de la extrema derecha en estos comicios. Vemos como en países donde gobiernan se pone en grave peligro derechos conquistados para las mujeres como el libre y gratuito acceso a la interrupción del embarazo con garantías para que no corran riesgos innecesarios para su salud. Por ello, exigimos a la Comisión que reconozca el derecho a la salud sexual y reproductiva, incluido el derecho al aborto seguro, como parte de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, e incluirlos en la Carta Europea de Derechos Fundamentales.
Es necesario afrontar nuevos y viejos desafíos por la paz. En el actual escenario geopolítico la respuesta que esperamos de la Unión Europea frente a los conflictos armados debe ser firme con la consecución de la paz, siendo prioritario redoblar esfuerzos para eliminar el efecto que las guerras siguen teniendo para las mujeres y las niñas y niños, como estamos viendo en Ucrania. Queremos un mundo basado en la igualdad, la paz, el respeto y la dignidad, donde nadie tenga que sufrir los horrores de la guerra, el hambre y el dolor.
Debemos desde la Unión Europea promover una paz duradera y que se ponga fin a la terrible situación del pueblo palestino, al genocidio palestino por parte de Israel, exigimos que la UE rompa relaciones institucionales con el estado de Israel mientras no cumpla el derecho internacional y las resoluciones de NNUU respecto a Palestina, incluyendo el retorno de las y los refugiados a su tierra. Todas las personas deben tener un lugar donde vivir y reclamamos el derecho del pueblo palestino a decidir sobre su futuro que pasa por exigir desde la Unión Europea un alto al fuego definitivo, así como el reconocimiento del estado palestino. Exigimos aplicación plena de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y toda la Agenda sobre la Mujer, la Paz y la Seguridad.
Necesitamos una Europa mejor, más social, en la que el cambio climático sea prioridad y que proteja al medio ambiente, que considere el bienestar de las personas por delante de cualquier otro interés, que reciba y acoja a quien necesite refugio y que proteja y construya la igualdad entre mujeres y hombres. Queremos que en Europa las mujeres y las niñas tengan iguales derechos, en todos los ámbitos de la sociedad y sean soberanas para decidir su futuro, libres de toda explotación, marginación y opresión. Por una Europa que defienda, respete y proteja los derechos de las mujeres
basados en el sexo.
En este sentido se deben dar los pasos necesarios en el seno de la Comisión y el Consejo para alcanzar la plena igualdad, empezando con que los Presupuestos de la UE incluyan la perspectiva de género y la implementación de paridad en las listas electorales al Parlamento Europeo con alternancia de sexos que garantice una representación equilibrada de mujeres y hombres en las Instituciones de la UE (actualmente situada en el 30/70).
Hacemos un llamamiento a la sociedad y a los movimientos sociales para participar. Son imprescindibles en la Unión Europea unas Instituciones comprometidas a trabajar por los derechos de las mujeres y por una sociedad libre de violencias machistas. Necesitamos representantes que trabajen por la PAZ, la ecología, un desarrollo sostenible donde el mundo rural no olvide a las mujeres y la tecnología no deje a nadie atrás, que eduque en igualdad y donde los derechos sanitarios sean universales y gratuitos. Por una Europa más social y acogedora.
Pedimos que la participación se ejerza desde la reflexión, con la necesaria evaluación a las personas candidatas y su compromiso con los derechos de las mujeres y así, votar en consecuencia. Una participación consciente que evalúe los compromisos de las personas candidatas con nuestros intereses.
EUROPA NECESITA UN FUTURO FEMINISTA
Fórum de Política Feminista
Mayo de 2024