En este año, en que los ruidos de las bombas están a las puertas de Europa y son excusa para miserias económicas, las mujeres feministas no hemos dejado de vivir sobresaltos que no hubiéramos creído conocer ya. Esos sobresaltos provienen no sólo de un Gobierno y Ministerio que deberían, no sólo velar por nuestros derechos y avances hacia la consecución de la Igualdad, sino también por unas fuerzas políticas empeñadas en devolvernos al ámbito de lo privado, sacarnos de los espacios públicos, acallar nuestras voces, hacernos retroceder a tiempos que creíamos olvidados.

Este 8M nos llega cuando estamos con los ánimos exaltados, indignadas, pero con la firme voluntad de presentar batalla en frentes que se han multiplicado, porque el patriarcado avanza con diferentes aspectos y caretas, con la misoginia disfrazada de tolerancia y la apología de la diversidad. Se nos quiere hacer creer que la máxima expresión de la tolerancia y el respeto a los DDHH es la apología de todo deseo, anhelo, sueño, de cada individuo, por delante de un bien común y colectivo. Toda aspiración personal puede ser motivo de normativa, la sociedad entera deberá adaptarse al, supuesto, bienestar de cada persona que así lo requiera.  El lema “derecho a ser feliz” engloba y resume el nuevo credo de esta nueva doctrina neoliberal. ¡Ay, de quien se aparte de ella! El anatema y la multa acechan a las descreídas.

A los pocos logros que las mujeres hemos conseguido en vías de nuestra emancipación, el patriarcado ha respondido persiguiendo, encarcelando, asesinando, borrando la existencia de las luchadoras, y más cerca, castigando a quienes defienden a sus hijos de las violencias machistas y vicarias, acallando a las disidentes, cancelando trabajos y voces, diluyendo agendas feministas en reivindicaciones diversas, retrocediendo en derechos alcanzados, dividiendo las fuerzas en luchas ajenas a nuestros objetivos propios. El ataque es frontal, pero también viene disfrazado de un llamado “feminismo inclusivo, interseccional” que se olvida del carácter universal que permite la liberación de todas las mujeres de la opresión del patriarcado, revista la forma que revista y se produzca en dónde se produzca.

Este 8M seguimos reivindicando todos y cada uno de los puntos de la Agenda Feminista olvidados durante 3 años por un Ministerio de Igualdad empeñado y enfocado en leyes misóginas teñidas de progresía y buenismo. Nuestra lucha prosigue el mismo camino para avanzar en Igualdad real y terminar con las desigualdades estructurales.

Así la igualdad de la mujer llegará cuando sus condiciones económicas le permitan una emancipación de facto, pero a día de hoy la realidad laboral, personal y social de las mujeres muestra un panorama pesimista, en cuanto a la precariedad que soportan, ya hablemos de temporalidad o de parcialidad.

SALARIO BRECHA.

El salario medio de las mujeres debe subir un 20,9% para equipararse al de los hombres, esta brecha aumenta un 12% en caso de ser mujer discapacitada.

• Hay que Impulsar políticas de empleo dirigidas a favorecer la inserción laboral de las mujeres con discapacidad para que se reduzca su exclusión y puedan alcanzar un desarrollo personal que les permita ser autosuficientes.

Influye, principalmente, en la brecha salarial la división sexual del trabajo que conlleva empleos con menores reconocimientos de su valía y por extensión, menores salarios: peores condiciones de empleo -mayor desempleo, contratación temporal, parcialidad, etc. y peores condiciones de trabajo, jornadas partidas, mayor precisión, exigencia de atención y comprensión al público, menor remuneración y menor promoción, etc.

Más de dos millones de mujeres, algo más de una de cada cuatro mujeres asalariadas cobran como máximo al mes 950 euros brutos mensuales.

Principalmente en los cuidados y los servicios (comercio, hostelería…) se concentra la mayor diferencia salarial entre mujeres y hombres y todo ello se debe a la división sexual del trabajo, marcado por roles de género, que nos condiciona educativamente, social y familiarmente al papel de cuidadoras, dentro y fuera de casa, siendo los trabajos más precarios y con peores condiciones salariales. Alcanzando en sectores como la alimentación la brecha salarial el 38%. Una diferencia importante es que el 40% de las mujeres en sector económico de los cuidados y servicios gana menos de 15.000€ brutos al año, mientras que no hay ninguna ocupación laboral en la que el salario medio anual de los hombres esté por debajo de esa cantidad.

Por ello:

• es preciso eliminar programas que incentiven la peor calidad de los empleos de las mujeres: Excedencias o parcialidad.
• Luchar contra la Economía sumergida para mayor solidaridad del sistema y salvar de la exclusión a colectivos como las empleadas del hogar y cuidados.
• Potenciar con el sistema de incentivos el retorno al trabajo de mujeres desempleadas e inactivas.

PENSIONES

Las pensiones de las mujeres deberían crecer un 39,86% para alcanzar la pensión media que cobran los hombres.

• Es necesario que haya métodos de mejora de las pensiones que tengan como objetivo la equiparación de las pensiones contributivas de las mujeres y ayudas a la solidaridad de las pensiones más bajas, ocupadas por mujeres. Las pensiones no contributivas deberán estar equiparadas con el mínimo general de pensiones.

EMPLEO Y CONDICIONES LABORALES

De las 16.648.600 personas inactivas, de las 3.403.100 personas calificadas como inactivas por ser amas de casa un 87,7% son mujeres.  1.488.500 mujeres no buscan empleo porque están cuidando de menores o de personas adultas incapacitadas o mayores.

Las mujeres suponen el 75% de la población asalariada a jornada parcial. 3 de cada 4 contratos a tiempo parcial lo ocupan mujeres. Las razones mayoritarias son compatibilizar con los cuidados. Y sólo ocupan el 45% de la jornada completa.

Las mujeres sin hijos están ocupadas en un 70%, con 3 hijos la tasa de ocupación es el 54%. tener hijos supone una pérdida salarial entre el 11y el 28% por permisos, falta de presencialidad, excedencias.

• Es necesario: potenciar con el sistema de incentivos el retorno al trabajo de mujeres desempleadas e inactivas.
• Equiparar el sistema especial de empleadas de hogar con el Régimen General para que, además de tener derecho al desempleo, adecúen las cotizaciones a sus ingresos reales para una mejor protección en la etapa pensionista
• Luchar contra la Economía sumergida para mayor solidaridad del sistema y salvar de la exclusión a colectivos como las empleadas del hogar y cuidados.
• Reducir la tasa de paro registrado del 22,61%, eliminando la brecha entre sexos.
•  Ampliar la tasa de empleo en las mujeres menores de 30 años para alcanzar al menos la de 52% masculina, 12 puntos superior a la de las mujeres. Actuaciones dirigidas a combatir los estereotipos y roles de género que condicionan el acceso al empleo a las mujeres a determinados sectores y ocupaciones. Impulso para incrementar la presencia de mujeres en estudios en áreas de conocimientos donde estén menos representadas.

Exigimos políticas de Corresponsabilidad para la desaparición de la diferencia por sexo con medidas concretas: la escolarización de 0 a 3 años y un sistema de servicios públicos para los cuidados, suficientemente financiado, regularizando la situación de las empleadas del hogar y eliminar los incentivos que desincentivan el empleo de calidad de las mujeres y equiparación de las pensiones, también las no contributivas, a un mínimo de suficiencia vital.

EMPRESA

Solo hay 3.151 planes de igualdad registrados, con más de 13.000 empresas que superan el centenar de personas en plantilla. La mitad de las empresas carece de protocolo contra el acoso sexual y por razón de sexo, siendo éste obligatorio. Se hace necesario un mayor control y obligación del cumplimiento de dicho protocolo.

• Ratificación del Convenio OIT 189. Regularización de la situación administrativa de aquellas personas migrantes que trabajen en servicios de cuidados y ocupaciones declarados esenciales Deducciones fiscales especiales a empleadoras de empleadas de hogar y ayuda a domicilio.

VIOLENCIA SEXUAL

La violencia sexual contra las mujeres ha aumentado de más de un 34,6% con respecto al año anterior, llegándose a denunciar entre 6/7 violaciones diarias. Los delitos sexuales registrados en la última década arrojan un incremento del 88,9 % y las violaciones registradas, en el último año, aumentaron de un 21,5%.

A los delitos sexuales tradicionales, como el acoso sexual, abusos y agresiones sexuales directos, hay que añadir la cibercriminalidad sexual

La captación de menores, en línea por parte de adultos debe ser motivo de especial preocupación por su carácter silente.

Se ha extendido la llamada “sumisión química” mediante productos que anulan la voluntad de las futuras víctimas.

Además, se han multiplicado los casos de agresiones sexuales grupales a mujeres, vinculadas con el imaginario social proveniente de la pornografía: no se tiene sexo con una mujer, sino contra ella; no se trata de sexo, sino de poder sobre las mujeres.

Estos crímenes se inscriben en el marco de la deshumanización de las mujeres y en la escenificación del poder jerárquico de los hombres sobre ellas, y representa un problema social y estructural cuya desaparición no parece preocupar demasiado a nuestros representantes legales.

La violencia sexual en el ámbito laboral, la violencia psicológica en la pareja, la violencia vicaria, la obstétrica, la violencia institucional, la aplicación del falso Síndrome de Alienación Parental, son otros tantos elementos de la lucha diaria de las mujeres que ven como sus agresores tienen garantías procesales por encima de su propia seguridad.

El número de feminicidios se eleva a 50 mujeres asesinadas. Muchas de entre ellas lo fueron por sus ex o parejas con antecedentes por maltrato anteriormente, y su asesinato supone la violencia machista más extrema que debemos empeñarnos en hacer desaparecer.

Ante la cascada de asesinatos sólo se ha reunido una Comisión de Urgencia del Gobierno para analizar la oleada de crímenes machistas, pero se desconocen las medidas implementadas para reducirlos y evitarlos.

Se desconoce el uso de los fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.

Desde el FÓRUM DE POLÍTICA FEMINISTA exigimos:

• Que se cumplan TODAS las medidas de dicho Pacto, y no sólo el 25,8%.
• La modificación del art.1 de la Ley Integral contra la VG, y se amplíe el concepto de VG a todas las formas de violencia contra las mujeres que contiene el Convenio de Estambul.
• Que se reforme la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual para proteger a las víctimas y resarcirlas. Que el llamado “consentimiento” no sea el único eje que articule la Ley, ya que puede dar lugar a la prostitución de menores.
• La prevención de la violencia sexual debe pasar por una coeducación de base en igualdad de hombres y mujeres en los centros escolares, evitando la difusión de estereotipos que se están introduciendo a través de la llamada “educación en la diversidad” y los perpetúan. Educación igualitaria sexo-afectiva en el respeto mutuo de hombres y mujeres.
• Formación en perspectiva feminista, obligatoria y actualizada, de todos los agentes que tengan que tratar con víctimas de violencia machista: cuerpo sanitario, policía, judicatura, abogacía… de modo que las mujeres se sientan amparadas, protegidas, por el sistema y no maltratadas por él.
• La custodia compartida no debe ser impuesta y pedimos la eliminación del punto 8 del art 92 del Código Civil por ser una herramienta de maltrato para las mujeres y sus hijas/os.
• Que se prohíba la utilización del falso Síndrome de Alienación Parental como herramienta de condena, por parte de la Justicia patriarcal, a las madres que intentan proteger a sus hijas/os de la violencia machista.
• Los Centros de Acogida a mujeres maltratadas, a supervivientes de la prostitución, los Puntos de encuentro familiar, Centros de Apoyo a la Familia, sean de gestión pública, y tengan personal especializado en VG.
• Exigimos una legislación que penalice la violencia sexual y acoso sexual contra las mujeres en el empleo, en medios de comunicación social, en redes sociales y en todos los ámbitos sociales, familiares, educativos.
• Seguimiento de matrimonios forzosos en menores de origen extranjero que vivan en el Estado español.
• Pedimos a las instancias internacionales, de las que España forma parte, un rechazo, condena y medidas de coacción hacia los países que oprimen a las mujeres, desde el estado y el sistema social, entrabando su libertad y atentando contra su integridad, en periodo de paz como de guerra.

Mucho se ha hablado de una posible Reforma del Código Penal que contempla perseguir a “los clientes de la prostitución que participan directamente del entramado que sostiene esta grave vulneración de los DDHH” como un primer paso para iniciar una posible abolición de la prostitución, pero razones de estrategia política han terminado por hacer caer esta propuesta. Seguimos reclamando una Ley Orgánica Integral de la Abolición del Sistema Prostitucional que ampare a las mujeres y les proporcione salidas educativas, de empleo, vivienda y ayudas económicas, que penalice el proxenetismo en todas sus formas, al putero, prohíba la publicidad de la prostitución en medios y RRSS de la prostitución y pornografía –que deshumaniza y (mal)educa en la violencia más agresiva contra las niñas y mujeres-; termine con la apología del, mal llamado, “trabajo sexual” como vía laboral y de emancipación de las mujeres. También reclamamos una lucha efectiva y real contra la trata de mujeres con fines de explotación real. Que se hagan efectivas ordenanzas municipales que condenen y persigan a los puteros y proxenetas con multas y penas de cárcel. Que dejemos de tener el triste título de Tercer país del mundo en demanda de prostitución.

RECLAMAMOS PARA LAS FAMILIAS MONOMARENTALES

Reconocimiento y regulación explícita de medidas dirigidas a ellas, tales como servicios de apoyo familiar, ingreso mínimo vital, información accesible y comprensible, políticas de conciliación.

Ayudas a las familias con hijas/os, ayudas a las familias adoptantes y agilidad en estas últimas.

Permisos iguales, intransferibles y pagados al 100% para padres y madres. con reserva del puesto de trabajo

DERECHOS Y ACCESO A LA SALUD

Formación obligatoria con perspectiva de género y en materia de Salud Sexual reproductiva, violencia obstétrica y DDHH, morbilidad diferencial, VG a profesionales sanitarios, tanto en pregrado como en postgrado y en formación continuada. Asegurar la perspectiva de género en la investigación.

Protocolos con perspectiva feminista en la actuación preventiva y clínica. Información epidemiológica y clínica desglosada por sexo.

Educación afectivo sexual obligatoria en centros educativos con presupuesto específico y formación adecuada del profesorado en coeducación feminista.

Acceso universal y efectivo a la anticoncepción hormonal y de barrera en todos los territorios. Ampliar y/o crear servicios de información, asesoramiento y atención en materia de salud sexual y reproductiva, incluyendo la interrupción de embarazos no deseados y que se ofrezcan en la sanidad pública tanto los métodos quirúrgicos como farmacológicos para la IVE, así como métodos de analgesia garantizados durante el proceso de interrupción.

Aborto dentro de Sanidad pública y aseguramiento de la prestación

Desmedicalización del parto no complicado, que garantice una atención al embarazo, parto y puerperio, desmedicalizando estos procesos y adecuando las prácticas sanitarias para la consecución de las tasas obstétricas recomendadas por la OMS en cuanto a: cesáreas, partos instrumentalizados, episiotomías, rotura artificial de membranas, uso de oxitocina sintética, inducciones, la no separación de madres y bebés.

Oferta sistemática de métodos preventivos frente a infección VIH. Detección precoz de infección VIH en mujeres.

Asesoramiento protocolizado en la Sanidad Pública sobre técnicas de reproducción asistida y su efectividad.

Control de donación de óvulos

Adecuación de los recursos de atención a la salud mental en la Sanidad Pública con perspectiva feminista. Formación de profesionales en manejo no farmacológico de problemas de salud mental.

Aplicación estricta y seguimiento del Protocolo contra la Mutilación Genital Femenina.

Aplicación real de la legalidad en lo que respecta a la llamada “maternidad subrogada” que es nula de pleno derecho según lo establecido por el Art.10 de la Ley 14/2006.

Más que nunca, reclamamos el fortalecimiento de los servicios públicos: sociales, sanitarios, educativos y de cuidados. Denunciamos la dejación de estos servicios esenciales en manos de empresas privadas que priorizan sus beneficios empresariales. La insuficiencia crónica de los servicios sociales y sanitarios públicos necesita de una inyección de financiación pública que alcance la media de la UE. Su déficit recae en las mujeres tanto como cuidadoras como trabajadoras en estos servicios con el consiguiente perjuicio para su salud. Por ello reclamamos Presupuestos feministas para garantizar una salida que cuente con las mujeres.

Algunos de estos reclamos serán inoperantes si tenemos en cuenta que la publicación en el BOE hará efectiva la Ley para la Igualdad de las personas Trans y la garantía de los derechos LGTBI, lo que permitirá que cualquiera puede ser legalmente mujer, por lo que ser mujer no significará nada y todas las políticas de protección, de discriminación positiva, dirigidas a que las mujeres puedan alcanzar la igualdad perderán su pertinencia. Esta Ley se llevará por delante los pocos logros conseguidos por las luchas feministas al hacer de la mujer una categoría fluida, indefinida, autodeterminada.

Exigimos su abrogación total por no contar con las garantías de los informes con perspectiva feminista para su aplicación, por conculcar los derechos de las mujeres, por tener un carácter inconstitucional, por modificar otras leyes, por ser antifeminista, Así mismo reclamamos la revisión de las leyes Trans de las CCAA dónde ya se llevan a cabo.

Si al principio dijimos que estamos exasperadas, indignadas, casi exhaustas, por las luchas contra el feroz neoliberalismo que nos trae el imperio del individualismo, también señalamos que no bajamos los brazos y estamos listas para seguir presentando batalla.

Fórum de Política Feminista

Marzo de 2023