Queridas compañeras, amigas:


Nos duele, nos indigna, nos enfada cada injusticia que sufrimos las mujeres por el hecho de ser mujeres.

Mujeres, niñas y niños asesinados por hombres asesinos, por el patriarcado que, animado por el neoliberalismo imperante, nos ataca duramente.

Terminamos el año con una pésima noticia: la aprobación en el Congreso de la Ley Transgenerista en esa plaza pública que es nuestra, de toda la ciudadanía, pero que está gobernada por partidos políticos que ignoran a las mujeres y pisotean nuestros derechos, permitiendo que un hombre sea una mujer con solo declararlo, que entrega a los y las menores al transactivismo y al negocio médico farmaceútico de la identidad de género.

No obstante, nosotras vamos a continuar haciendo lo que las feministas mejor sabemos hacer, resistir, perseverar, insistir y hacer frente a la injusticia con convicción y la fuerza que nos da el sabernos juntas en este tortuoso camino.